Entrevista con Carlos Gómez Sos de inN arquitectura

Carlos Gómez Sos (nacido en Sevilla, España) es un arquitecto español y fundador de inN arquitectura. Se graduó de la ETSA de Sevilla en 2008, después de completar períodos de estudio y trabajo en Belo Horizonte (Brasil) y en la Universidad RWTH de Aachen (Alemania). Gómez Sos ha colaborado con estudios renombrados como los de Antonio Barrionuevo, Julia Molino y Horizontes Arquitetura. En 2013, obtuvo una Maestría en Ciudad y Arquitectura Sostenible de la Universidad de Sevilla.

Carlos Gómez Sos aborda la arquitectura a través de una metodología orientada al proceso, a menudo comenzando con expresiones lingüísticas locales que se traducen en formas arquitectónicas. Entre sus obras notables se incluye la transformación de La Posada en Galaroza, Huelva, en una residencia y estudio combinados que armoniza prácticas arquitectónicas contemporáneas y vernáculas. Sus proyectos enfatizan frecuentemente el uso de materiales locales como la tierra y la madera, reflejando un compromiso con la sostenibilidad y la autenticidad en la construcción.

¿Qué te inspiró a convertirte en arquitecto?

Creo que la arquitectura siempre estuvo en mí. Desde muy joven expresé que quería ser arquitecto. Si algo, los años vinieron a reafirmar esta creencia vocacional. Pero al final, todo se reduce a ese niño que miraba los modelos de arquitectura de una empresa de construcción detrás de un vidrio cerca de la casa de mi abuela.

¿Cómo describirías tu filosofía de diseño?

La arquitectura que produzco depende en gran medida del proceso, muy raramente de una imagen icónica o una visión temprana. Por lo tanto, me definiría como un arquitecto “procesista”. Nuestros edificios crecen a partir de certezas, que surgen de un proceso analítico. Muy a menudo todo comienza en el lenguaje, aprendiendo palabras y expresiones locales típicas del lugar. Estas palabras pueden convertirse en textos o traducirse directamente en líneas. El proceso de maduración interna resulta en bocetos muy claros, con iteraciones limitadas a la evaluación de alternativas, pero tantas como sean necesarias.

¿Puedes hablarnos de tu proyecto favorito y por qué destaca?

Por ahora, debo decir la casa-estudio/estudio-casa, pero solo porque es el último completado. En realidad, comienzo cada proyecto como mi favorito, siempre esperando lo mejor. Los arquitectos tienen que ser optimistas.

¿Cuál es tu detalle arquitectónico favorito?

No lo llamaría un detalle, sino un conjunto de detalles. La sección constructiva es donde todas tus suposiciones deben fusionarse y ponerse a prueba. Lo hago con suficiente detalle para que siempre pueda escalarlo y profundizar durante la construcción.

¿Tienes un material favorito?

Mi corazón está dividido entre la tierra y la madera. Ambos son abundantes en mi área y son protagonistas en todos mis proyectos de una forma u otra. En un momento donde la imagen ha reemplazado a la realidad, la autenticidad que estos materiales proporcionan es más necesaria que nunca.

¿Cuál es tu proceso para iniciar un nuevo proyecto?

En primer lugar, especialmente cuando es un tipo de proyecto nuevo, debo encontrar mi paz mental. Uno debe ser capaz de desligarse del ruido de la práctica diaria y encontrar espacios de tranquilidad. El jazz instrumental es de gran ayuda para mí. Aún así, las ideas no fluyen libremente en esta etapa. No sin una recopilación exhaustiva de información sobre el espacio y su ubicación. Uno debe impregnarse de su atmósfera antes de trazar una línea. En casos donde la idea no sale claramente, escribo un texto expresando mis impresiones y hacia dónde me gustaría que se dirigiera el proyecto. Es en este punto cuando recojo referencias e imágenes que ayudarán a mover el proceso de diseño a la siguiente etapa.

¿Cómo equilibras la creatividad y la practicidad en tus diseños?

No veo una división entre las dos. Muy a menudo, lograr un objetivo práctico dentro de un espacio limitado puede requerir más creatividad que dejar salir una forma libre como solución. En este sentido, no hay mucha duda en el debate de forma versus función. La creatividad es una herramienta al servicio de la practicidad. Esto prevalece para mí sobre cualquier otra consideración. Esto no era la norma en mis años de escuela, así que fue algo en lo que tuve que entrenarme mucho en el ejercicio de mi práctica.

¿Qué papel juega el entorno circundante en tus proyectos arquitectónicos?

Como arquitecto que depende en gran medida del proceso, el contexto es clave. Comprender dónde se ubicará tu edificio es esencial para su éxito. A menudo, nosotros los arquitectos tendemos a dejarnos llevar por el protagonismo y los egos inflados. Uno debe desprenderse de esto y entender que los pueblos y ciudades son una obra colectiva. El mejor cumplido que uno de mis edificios haya recibido fue: “parece como si siempre hubiera estado ahí.”

¿Cómo abordas el trabajo con los clientes para entender sus necesidades y visiones?

En verdad, soy muy abierto con el proceso de diseño de mis proyectos con los clientes. Parte del análisis consiste en recopilar tanta información como sea posible de los clientes y darle forma arquitectónica en la forma de una casa. Nunca debemos olvidar que este será el lugar donde, en muchos casos, pasarán el resto de sus vidas. No hay mayor responsabilidad y honor para un arquitecto que darles el hábitat adecuado para vivir y prosperar. En este sentido, desprecio las actitudes de tomarlo o dejarlo.

¿Qué tendencias o movimientos arquitectónicos encuentras más inspiradores?

Encuentro más emocionante la recuperación de técnicas ancestrales y vernáculas. La idea de la autoconstrucción y remodelación utilizando lo que está disponible en tu vecindad es lo que mantiene la oficina en movimiento en una época de saturación digital. No es sorprendente que estas tendencias sean llevadas adelante principalmente por oficinas más pequeñas, muy a menudo con muy pocos seguidores. Arquitectos que luchan, con todas sus habilidades, por descarbonizar la construcción, utilizando recursos eficientes y de proximidad. Puedes llamarlo bioconstrucción o ecoedificación. Por cómo van las cosas, el momento en que las personas tendrán que construir casas con sus propias manos está a la vuelta de la esquina.

¿Qué consejo le darías a los arquitectos aspirantes?

En un momento en que las máquinas están avanzando rápidamente de ser herramientas a competidores, encuentro casi imposible no ser arrastrado por el tsunami. Les desaconsejaría que cabalgaran esa ola. En su lugar, sugiero que vuelvan a sus lápices y modelos, esa es la única forma en que los arquitectos seguirán siendo útiles.

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